Tristan Tzara
abrí los ojos a los amores sin limite
y la sombra nueva en la tierra nueva
un silencio camina en nuestros cuerpos fue el destello
de un día
y el ojo cerró el temor
dulce ausencia de palabras sonde la sombra viene a
enredarse
las llamadas se hicieron dolorosas de tan lejos que estaba
la primavera
y tus dulces carnes juveniles
perdidas amargas
no llevarás más mis ocios mis pesares
sombras de ceniza ligeras en esa hierba que huye
ha agitado el sueño pregonado bajo bóvedas ajenas
sin descanso -tus pasos me siguieron hasta tarde en el alma
un desorden de estertores se atravesó en mi camino
rechacé la pesada amistad de llamadas lejanas
ya no enturbió mis ojos con amores sin limite
perdidos sin límite desde ahora se compone de insensibles
amistades
Tristan Tzara
los frutos arruinados
los muros despedazados
la nieve muerta
las horas mancilladas
los pasos encerrados
han cansado las ruas
la vergüenza de vivir
inunda mis ojos
los hogares apagados
las risas sin dientes
los lugares aplastados
la vejez hostigada
perfilada en el atrio
toda la miseria
para pisotear
los caballos desventrados
en la arena de las cabeas
los postigos robados
las casas abiertas
los niños afuera
las palabras de paja
como única verdad
catre vacío ni reir ni soñar
río en las entrañas
hierro en la nieve
ardiente en la garganta
qué hiciste qué hiciste
de las manos calientes de ternunra
perdiste el cielo
en la cabeza por el mundo
en la piedra en el viento
la amistad y la sonrisa
como perros abandonados
como perros
Louis Aragón
Licantropía Contemporánea
[...]
Qué es eso que me impulsa a aullar en las tumbar
Qué es eso que me obliga a escarbar irresistiblemente en
El polvo
Donde duermen los enamorados en descomposición
Qué vas tú a exhumar como si la luz viviente
No tuviera bastante con las heridas de los vivos
Dadme el lenguaje tenebroso de los ajusticiados en la silla
Eléctrica
El vocabulario ultimo de los guillotinados
La existencia es un ojo reventado Que se me entienda
Bien un ojo que hacen reventar a cada instante
El harakiri sin fin Me enfurezco
Al ver la calma idiota con que reciben mis gritos
Por eso quiero sacar de las fosas hipócritas
A los fallecidos de muerte violenta con sus pupilas horrorizadas
Quiero desterrar a las victimas de las catástrofes
Cuyos esqueletos conservan las posturas del terror
Que se adaptan maravillosamente a estos días que corren
[...]
Tristan Tzara
e capítulo en capítulo
siempre delante
página tras página
cambiemos de paisaje
y así avanzando
llegaremos al final
así es
XVII
El pez de tu mano
en el agua de mi memoria
duerme o se queda
vagando en la noche
pescadores y astrónomos
lo codician tunantes
ni cálculos ni anzuelos
tentaciones o sutilezas
no sobrán entender
el afán de mi cariño
XXVII
envueltos en sábanas hermosas
la cama es una delicia
la vida es magnifica
mas a pesar de todo
nos cubren sábanas hermosas
Mario Cesariny
Entre nosotros y las palabras hay metal fundido
Entre nosotros y las palabras hay hélices que andan
Y que pueden matarnos violarnos sacar
de lo más pronfundo de nosotros lo más útil
sagrado
Entre nosotros y las palabras hay perfiles ardientes
Espacios llenos de gente de espaldas
Altas flores venenosas puertas por abrir
Y escaleras y manecillas y niños sentados
En la espera de su tiempo y de su precipicio
Hay palabras de vida hay palabras de muerte
Hay palabras inmensas, que esperan por nosotros
y otras, frágiles, que dejaron de esperar
Hay palabras hombres, palabras que guardan
el secreto y su posición
Entre nosotros y las palabras sordamente,
Las manos y las paredes de Elsinor
Y hay palabras nocturnas palabras gemidos
Palabras que nos suben ilegíbles a la boca
Palabras diamante palabras nunca escritas
Palabras imposibles de escribir
por no tener con nosotros cuerdas de violines
ni toda la sangre del mundo ni toda la amplitud
del aire
Y los brazos de los amantes escriben muy alto
Mucho más allá de azul donde oxidados mueren
Palabras maternales sólo sombra sólo sollozo
sólo espasmo sólo amor sólo soledad deshecha
Entre nosotros y las palabras, los emparedados
Y entre nosotros y las palabras, nuestro deber
hablar
El violín de Ingres

en salir a la calle con un revólver en cada
mano y, a cigeas, disparar cuanto se
pueda contra la multitud. Quien nunca
en la vida haya sentido ganas de acabar de
este modo con el principio de degradación
y embrutecimiento existente hoy en día,
pertenece claramente a esa multitud
y tiene la panza a la altura del disparo.
Louis Aragon
El grado más alto de la tristeza tanto puede ser
Un general ciego mendigando a través de las islas
Como hacia las tres de la mañana la avenida
De la opera
No hay límites para la melancolía humana
Se encuentra siempre con una piedra para colocar en la pirámide de las lagrimas
Estáis seguros de padecer tanto como una mujer estrangulada
En el momento en el que ella sabe que todo a terminado
Y desea acabar
Estáis seguros de que no valdría más ser
Ser estrangulado si uno piensa en los cuchillos de las horas que
Se acercan
Desde hace tiempo vivo mi último minuto
La arena que mastico es la de una agonía invisible y perpetua
Las llamas que hago recortar de tiempo en tiempo por el
Peluquero
Son las únicas en delatar el negro infierno interior que me habita
Como cuerpos privados de sepultura
Los hombres se pasean por el jardín de mi mirada
Soñadores inexplicables
O soy el único a quien golpea una mano disecada
En este desierto poblado entre estas flores áridas
[...]
Hans Arp
La edad vive de cabello en cabello
A través del aire que ha quedado huérfano
Vive como un huevo
Que empolla frutas
Sobre una cuerda tendida entre dos alas
El aire tiene la edad de las alas
Las frutas nacen de las alas
La hojas de las alas sangran
Sobre las colas del aire
[..]
Antonin Artaud
la lluvia vuelve a ascender hasta la luna;
en la avenida una ventana
nos revela una mujer desnuda.
en los que respira la noche entera
el poeta siente que sus cabellos
crecen y se multiplican.
El rostro obtuso de los techos
contempla los cuerpos extendidos.
Entre el suelo y los pavimentos
la vida es una pitanza profunda.
nada tiene que ver con la luna;
la lluvia es fresca,
el vientre está bien.
Mira como se llenan los vasos
en los mostradores de la tierra
la vida está vacía,
la cabeza está lejos.
No tenemos necesidad de la luna,
la cabeza es grande,
el mundo está atestado.
En cada aposento
el mundo tiembla,
la vida engendra algo
que asciende hacia los techos.
alrededor de los vasos;
humo de vinos, humo de vasos
y de las pipas de la tarde.
En el ángulo oblicuo de los techos
de todos los aposentos que tiemblan
se acumulan los humos marinos
de los sueños mal construidos.
y el vientre del pensamiento;
las botellas chocan los cráneos
de la asamblea áerea.
El Verbo brota del sueño
como una flor o como un vaso
lleno de formas y de humos.
la vida es clara
en los cráneos vitrificados.
El areópago ardiente de los poetas
se congrega alrededor del tapete verde,
el vacío gira.
del poeta melenudo.

Tiene mi deseo de más una vista cansada...
Moretones en los pasos hacia el frente
cicatrices a carne viva en los pasos hacia atrás
Hundirse en la cicuta
deleite de dioses y filósofos
Bajo esta escama helada no hay poesía
[ beber café como bebiendo el tiempo]