Mostrando entradas con la etiqueta Saúl Yurkievich. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Saúl Yurkievich. Mostrar todas las entradas

día de Apatía

Volver


Yves Tanguy

Sobre la imposibilidad
de su de ése
de cualquier regreso
cavila
...regreso... ¿regreso?
regreso (regreso)
en el hueco de la palma
posa

su cabeza
y cavila cavila
,regreso,

-regreso- REGRESO
/regreso/
ilusión
presumble (mente)
como si lo disperso
por añadidura
convergiese
hacia ese punto
donde (¿dónde?)
de una vez
la confluencia
devolviera
por todas
los órdenes al centro
a la unidad de antaño
(doquiera)
como si recobrada (mente) volviese
del mar revuelto
del mar revuelto
al socaire
regresara al abrigo entrañable
volver sin falta
sin cargo
sin patraña

como si pudiese
como si pudiese


Saúl Yurkievich

Saúl Yurkievich

ESBOZO

Confundes la belleza con el estremecimiento:
lo que porta con lo que aporta.

Es –dices– la trémula singularidad,
luego la gracia, el no sé qué,
el modo o la manera de,
lo muy poco y lo muy mucho,
la nada o el colmo; depende – dices.

No lo sublime, no precisamente;
más bien, en lo admirable, lo mirable.
(¿Suprimes lo sublime?: lo subsumes.)

Cosa de afectos y de efectos –dices–
efectos de los afectos, afectos de los efectos: remolino.

El dolor se fija en una forma,
en su figura queda suspendido
y se transfigura: deleita.

La figura: nube
a la vez visible e intangible.

¿Y lo informe? ¿Y lo feo?
Efectos de lo real –dices– de la razón insuficiente.

Pero la bella totalidad se deshace,
las palabras tienden vínculos inciertos,
el ser se separa de la idea,
se sabe sin saber.

Soy lo que soy –dices–
soy lo que no soy
no soy lo que soy
no soy lo que no soy: vértigo.

Eso no tiene nombre
(ningún eso lo tiene)
se da, se hace, transcurre, opera.

Apariciones son: apariencias
(pases, poses, posturas, imposturas)
pizcas de existencia
(ninguno, nadie, nunca, nada)
modos de ser: del ser: paradojas
por las que toda substancia
(todo lo substancial)
se extenúa: melancolía,
borratina: quizá sea así el mal,
el sinsentido como amenaza.

Otra voz, no la propia, cuando alcanza,
no poseída: posesa, llega.

Otra voz, pero de quién, de dónde.
Sublime, quizá, mas insumisa: ¿ignota?
sin mandamiento: relámpago.

Un momento el pandemonio esplende,
genera su sentido en la distancia
y la voz se ve.

(Como privada de expresión,
viéndose en el verse,
la voz se ve.)