Mostrando entradas con la etiqueta poesía portuguesa contemporánea. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta poesía portuguesa contemporánea. Mostrar todas las entradas

Fernando Pessoa

Quizá no sea más que mi sueño...
Esa sonrisa será para otro, o las prpuestas de otro,
rubia débil...
esa mirada para mí casual como un calendario...
ese agradecerme cuando no la dejé caer en el tranvía,
un agradecimiento...
perfectamente...
me gusta oírle en sueño el seguimiento que no hubo
de cosas que no llegó a haber.
¿La muchacha que nunca es adulta se prostituye?
Creo verdaderamente que poca muchacha llega a ser adulta y puta,
y la que llega a ser adulta y puta muere sin pasar por eso.

Rubia débil, figura inglesa absolutamente portuguesa,
cadsa vez que te encuentro me acuerdo de versos que olvidé,
está claro que no me importas nada
ni me acuerdo de haberte olvidado sino cuando te veo,
pero al encontrarte das sonido al dia y al destino,
una poesía de superficie,
una cosa más en el menos de la inutilidad de la vida...
Rubia débil, feliz porque no eres enteramente real,
porque nada que vale la pena de ser recordado es enteramente real,
y nada que vale la pena de ser real vale la pena.

Sophia De Mello Breyner Andresen

Un día blanco




Dame un día blanco, un mar de belladona
un movimiento
entero, unido, adormecido
como un solo momento

Yo quiero caminar como quien duerme
entre países sin nombre que flucutúan.

Imagenes tan mudas
que al verlas me parezca
que cerré los ojos.

Un día en que se pueda no saber.

Fernado Pessoa

Álavaro de Campos

Oxford Now


Quiero el bien, quiero el mal, y al final no quiero nada.
Estoy mal acostado sobre la derecha, y mal acostado sobre la
izquierda
y mal acostado sobre la consciencia de existir.
Estoy universalmente mal, metafísicamente mal,
pero lo peor es que me duele la cabeza.
Eso es más grave que el significado del universo.

Una vez, andando por Oxford, en un paseo campestre,
vi levantarse, de la curva de la carretera, a poca distancia,
la vieja torre de una iglesia por encima de las casas de la aldea
o villa.
Se me quedó fotográfico ese nulo incidente
como una doblez transversal desmembrando el pliegue de los
pantalones.
Ahora viene a propósito...
Desde la carretera yo proveía espiritualidad a esa torre de iglesia
que era la fe de todas las eras, y la eficaz caridad.
Desde la vidda, cuando llegué allí, la torre de la iglesia
era la torre de la iglesia,
y además, estaba allí.

Se es feliz en Australia, siempre que no se vaya allí

Mario Cesariny





Poema


Tú estás en mí como yo estuve en la cuna
como el árbol bajo su corteza
como el navío en el fondo del mar

Gonçalo M. Tavares,


Ignorancia

Una ignorancia súbita, de una intensidad incalculable.

Es no entender de la forma más humana que existe.

No es el miedo, en el animal,

no es la explosión en la materia; es el espanto.


***

Mar

No te espantes con máquinas,

con invenciones de última hora.

Increíble es la cantidad de elementos

que aún no obedecen a los hombres.

José Sobral de Almada Negreiros

(Fragmento de La escena de odio)

[...]

¡Tú, que te dices Hombre!
¡Tú, que te sastreas de modas
y haces carteles de los trajes que vistes
para que no se vean los lamparones interiores!
Tú, que inventaste las Ciencias y las Filosofías,
las Políticas, las Artes y las Leyes,
y los otros rompecabezas de salón
y otros dramas de gran espectáculo...

Tú, que perfeccionaste el arte de matar.
Tú, que descubriste el cabo de Buena Esperanza
y el Camino Marítimo de las Indias
y las dos grandes Américas,
y que llevaste el aburrimiento a esas tierras
y trajiste de allá más majaderos para acá
y además cantaste estos Hechos.
Tú, que inventaste la majadería y el globo,
y que harto de aburrirte en el suelo
te fuiste a aburrirte en el aire,
y que aun fuiste a inventar submarinos
para aburrirte también bajo el agua...
Tú, que tienes la manía de las Invenciones
y los Descubrimientos,
y que nunca descubriste que eras bruto,
¡Tú consigues ser cada vez más bestia
y llamas a este progreso Civilización!

[...]




Mario Cesariny

El catalejo escueto

¿Qué es el suplicio de Tántalo?
Es una luz íntima que me calienta en la noche.

¿Qué es el suicidio?
Es descender lentamente con la lentitud de quien sube.

¿Qué es el amor?
Es una calle muy tranquila por donde sólo una vez se pasó.

¿Que es el hambre excesiva?
Es un tintero de plata lleno de sangre.

¿Qué es la nobleza?
Es el viento que viene de los bosques.

¿Qué es el sueño?
Es el simulacro de la melancolía.

¿Qué es el valor?
Es una iglesia dentro de una nuez.

¿Qué es el Gallo?
Es una dilatación en la parte superior de la cabeza.

¿Qué es la razón?
Es una carta venida desde lejos.

¿Qué es la noche?
Es un texto muy antigui entonado por una multitud de sapos.

¿Qué es el destino?
Es el amor a todo lo largo.

¿Qué es la infancia?
Es una isla que emerge rápidamente.

¿Qué es la Pintura?
Es un prolongado baño turco.

¿Qué es la monarquía?
Es un saco de piedras pidiendo que lo carguen.

¿Quién es tu madre?
Es un mendigo que espera la noche para reír.

¿Quiénes somos nosotros?
Los ojos del pájaro muerto en el viaje.

¿Qué esperamos?
Tu esperanza.
¿Qué hacemos?
El día.
¿Quién era António Maria Lisboa?
Un oráculo distraído que nunca dijo la verdad.
¿Dónde vivía?
En el cuello de una estatua de harina.
¿Por qupe vivía?
Porque siempre hubo quien los quisiera matar.

¿Qué es lo nervioso?
Es un candil de acero.

¿Qué es la paciencia?
Es una alicata en un día de tormenta

¿Qué eres tú?
Un hilo que ato alrededor de la cabeza.

Después de asentado el piso
el hijo desobediente
quedó mucho más alto.
¿Qué sucede?

La ceremonia de la leche de la miel

Dos claros ojos de hombre
y las cejas correctas
aparecen por debajo de la gorra
¿Qué sucede?

El enriquecimiento del vocabulario.

No creo que haya mucho espectáculos, todas las
mañanas dice la historia de los zeppelín.
¿Qué sucede?

La conspiración de los obispos.

Gonçalo M. Tavares

Viento

El mismo que empuja el incendio en dirección a un ser vivo frágil

que perdió camino y tiempo de fuga,

empuja todavía el aroma de la amante para casa del amado.

Y no se trata de señalar el camino unas veces a la bondad

otras a la maldad,

la moral del viento es otra,

y está toda en el mundo como él toca en el agua:

hace lo que tiene que hacer y parte.


***

Mesa

La mesa tiene una cualidad: no deja caer las cosas.

No interfiere en el mundo: la mesa recibe, ampara.

No juzga, no da instrucciones excesivas.

Recibe,

ampara,

no deja caer.

Sobre ella las cosas claras permanecen claras, y no caen.

Las oscuras permanecen oscuras, y no caen.

Fernando Pessoa

No estoy pensando en nada,

Y esta cosa central, que no es ninguna cosa,

Me resulta agradable como el aire de la noche,

Fresco en contraste con el cálido verano de este día.

No estar pensando en nada, ¡es tan bueno!

Pensar en nada

Es tener el alma en propiedad y entera.

Pensar en nada

Es vivir íntimamente el flujo y el reflujo de la vida.

No estoy pensando en nada...

Es como si acostado en mala posición

Me doliera la espalda, o un lado de la espalda.

Siento amargor de boca en el alma:

Es que, al fin y al cabo,

No estoy pensando en nada,

Realmente en nada,

En nada...

José Sobral de Almada Negreiros




Momento de poesía*

Si me pongo a trabajar
y escribo o dibujo,
me siento lego tan trasado
en lo que debo a la eternidad,
que comienzo a empujar el tiempo hacia
adelante
y lo empujo, lo empujo a la brava
como empuja un retrasado,
¡hasta que cansado me doy por satisfecho!
¡y el efecto de la fatiga
es muy semejante a la alusión de la satisfacción!
En cambio si voy a pasear por ahí
soy tan inteligente viendo todo lo que no está
conmigo,
comprendo tan bien lo que no me concierne,
me siento tan lleno de lo que está fuera de mí,
doy consejos tan biblicos a los afligidos
de una aflicción que no es mía,
me doy tan perfectamente cuenta de lo que
pasa afuera de mis murallas
así como soy ciego al leerme en el espejo,
que sinceramente no sé qué
sea mejor,
si estar solo en casa dando vueltas a la manivela
del mundo,
o si ir por ahí siendo el rey invisiblede todo lo
que no es mío.

Mario Cesariny

You are welcome to Elsinore

Entre nosotros y las palabras hay metal fundido
Entre nosotros y las palabras hay hélices que andan
Y que pueden matarnos violarnos sacar
de lo más pronfundo de nosotros lo más útil
sagrado
Entre nosotros y las palabras hay perfiles ardientes
Espacios llenos de gente de espaldas
Altas flores venenosas puertas por abrir
Y escaleras y manecillas y niños sentados
En la espera de su tiempo y de su precipicio
Hay palabras de vida hay palabras de muerte
Hay palabras inmensas, que esperan por nosotros
y otras, frágiles, que dejaron de esperar
Hay palabras hombres, palabras que guardan
el secreto y su posición

Entre nosotros y las palabras sordamente,
Las manos y las paredes de Elsinor

Y hay palabras nocturnas palabras gemidos
Palabras que nos suben ilegíbles a la boca
Palabras diamante palabras nunca escritas
Palabras imposibles de escribir
por no tener con nosotros cuerdas de violines
ni toda la sangre del mundo ni toda la amplitud
del aire

Y los brazos de los amantes escriben muy alto
Mucho más allá de azul donde oxidados mueren
Palabras maternales sólo sombra sólo sollozo
sólo espasmo sólo amor sólo soledad deshecha

Entre nosotros y las palabras, los emparedados
Y entre nosotros y las palabras, nuestro deber
hablar

Fernando Pessoa

[Fragmentos]

La naturaleza esconde, no revela.

Todo este universo luminoso y oscuro

a cuya suma de energías llamamos naturaleza

es una mascarada, un vestido y un sueño.


[…]


La naturaleza no es Isis, sino el velo de Isis.


[…]


Conocer es errar, y el oráculo que dijo conócete propuso trabajo mayor que el de Hércules y un enigma más negro que el de la esfinge.


Desconocerse conscientemente: he aquí el enigma

Emplear activamente la ironía. Análisis paciente y expresivo de los modos de conocernos, el conciente registro de la inconsciencia de nuestras consciencias, la metafísica de las sombras autónomas, la poesía del crepúsculo de la desilusión.


[…]


Vivimos todos lejanos y anónimos; y disfrazados sufrimos, desconocidos.¿Saber que quienes somos no nos atañe, que lo que pensamos o sentimos es siempre una traducción […] no será ser extranjero en la propia alma, exiliado en las propias sensaciones?


El mito es la nada que lo es todo


[…]

de El Marinero/ Fernando Pessoa

…Las repito siguiendo una voz que no oigo

Y que me las esta murmurando en secreto…



Y al final quién sabes si soy yo así y si esto es sin duda lo que siento.

Quien tenga mayor conocimiento que yo en este estado que levante la mano sin miedo y me lo explique, porque no hayo razón otra al mundo y esta realidad que un absurdo.


No me siento más quecargando una piedra que tiene un destino predeterminado por mi mente, por los dioses de mi mente, las leyes de la naturaleza suprimen mi libertad y yo siento que desfallezco porque me aleja de mi propia voluntad, me alejo de mi propia voluntad por no querer siquiera creer en ella.


Se pierde la fe del medio día, no porque no crea que ella llegara, si no precisamente porque llega justo a tiempo en el futuro - se sabe que siempre continúa algún otro día-


Los días pasan y no soy yo más ni menos para que no pasen,

Las aguas corren y no soy yo ni más ni menos para que las aguas corran.


Quien se hayo en este cataclismo y logro salir triunfante

Deje su egoísmo y venga a ayudar a los desfallecidos

O no… quien sabe si tenga la fuerza de escucharle...

La voluntad de querer hacerlo…


…Toda hora es madre de sueños…

La vida nos acecha siempre y se escucha un eco de cada historia que reconstruimos de nuestra verdad

Miguel Torga

IDENTIDADES

Maté la luna y su fulgor difuso.
Quiero versos de hierro y de cimiento.
Y en vez de rimas, uso
Las consonancias que ofrece el sufrimiento.

Universal y abierto, va mi instinto
A todo corazón que ande contrito.
Y lucha como sabe y como puede:
Da belleza y sentido a cada grito.

Mas como una inscripción en un peñasco
Tiene más duración,
Gasto las horas y los días
Dando más dura forma a la emoción.

Fernando Pessoa

88.

Se cruzó conmigo, vino ami encuentro en una calle de la Baixa
aquel hombre mal vestido, mendigo de profesión que se le nota
en la cara,
que simpatiza conmigo y yo simpatizo con él;
y recíprocamente, en un gesto generoso, desbordante, le di
cuanto tenía
(excepto, naturalmente, lo que estaba en el bolsillo donde llevo
más dinero:
no soy tonto ni novelista ruso en ejercicio,
y romanticismo, sí, pero poco a poco...)

Siento simpatía por toda esa gente,
sobre todo cuando no merece simpatía.
Sí, yo soy también vagabundo y mendigo,
y lo soy tambien por culpa mía.

Ser vagabundo y mendigo no es ser vagabundo y mendigo:
es estar a un lado en la escala social,
es no ser adaptable a las normas de la vida,
a las normas reales o sentimentales de la vida:
no ser juez de Supremo, empleado fijo, prostituta,
no ser pobre de verdad, ni obrero explotado
no ser sediento de justicia o capitán de caballería
no ser, en fin, aquellos personajes de los novelistas
que se hartan de las letras porque tienen razón para llorar légrimas,
y se rebelan contra la vida social porque tienen razón para
considerarlo.

No:¡todo menos tener razón!
¡Todo menos que la humanidad me importe!
¡Todo menos ceder al humanitarismo!
¿De qué sirve una sensación si hay una razón exterior para ella?

Sí, ser vagabundo y mendigo como lo soy yo,
no es ser vagabundo y mendigo, lo que es tan corriente:
es estar aislado en el alma, que eso sí es ser vagabundo,
es tener que pedir a los días que pasen y nos dejen, eso sí que
es ser mendigo.

Todo lo demas es estúpido como un Dostoievski o un Gorki.
Todo lo demas es tener hambre o no tener qué ponerse.
Y, aunque eso suceda, le sucede a tanta gente
que ni vale la pena tener pena de la gente a la que le sucede.
Soy vagabundo y mendigo de verdad, esto es, en el sentido figurado,
y me estoy regodeando en una gan caridad por mí mismo.

[...]

Sophia De Mello Breyner Andresen


Penélope

Durante la noche deshago mi camino,
todo cuanto tejí no es verdad,
sino tiempo, para ocupar el tiempo muerto,
y cada día me alejo y cada noche me aproximo.

***

Poesía

¡Oh poesía – cuánto te pedí!
Tierra de nadie es donde yo vivo
yo no sé quién soy – yo que no morí
cuando el rey fue muerto y el reino dividido.

Fernando Pessoa

87.


[..]


La capacidad de pensar lo que siento que me distingue
del hombre vulgar
más de lo que éste se distingue del mono.
(Sí, mañana el hombre vulgar quizás me lea y comprenda
la sustancia de mi ser,
sí, lo admito,
pero el mono ya hoy sabe leer al hombre vulgar y
comprende la sustancia de su ser.

Si algo fue ¿po qué no es?
¿Ser no es ser?

Las flores del campo de mi infancia, ¿no las tendré
eternamente en otra manera de ser?

¿Perderé para siempre los afectos que tuve, y hasta
los efectos que pensé tener?
¿Hay alguien que tenga la llave de la puerta del ser, que
no tiene puerta,
y me pueda abrir con razones la inteligencia del mundo?


(No, no es cansancio y otros poemas sin fecha. Alvaro de Campos)

Sophia De Mello Breyner Andresen


Camoens y la renta

Irás a palacio. A pedir que la renta
Te sea cancelada el día convenido
Este país te mata lentamente
País que llamaste y no responde
País que nombras y no nace

En tu perdición se concertaron
Calumnias desamor envidia ardiente
Y nunca faltaron enemigos
A quien se atreve a ser enteramente

Y aquellos a los que invocaste no te vieron
Porque estaban encorvados y doblados
Por la paciencia cuya mano de ceniza
Apagó los ojos en sus rostros

Irás a palacio irás pacientemente
Pues no te piden cantos sino paciencia

Este país te mata lentamente

Fernando Pessoa

97.

No tener emociones, no tener deseos, no tener voluntades
sino ser apenas, en el aire sentido de las cosas,
una emoción abstracta con alas de pensamiento,



no ser deshonesto ni no deshonesto, separado o junto, ni igual a los demás, ni diferente de los demás, vivierlos en distinto, separarse de ellos como quien, distraído, se olvida de sí...

Fernando Pessoa

87.

El tumulto concentrado de mi imaginación intelectual...

Hacerle hijos a la razón practica, como los creyentes enérgicos...

Mi juventud perpetua
de vivir las cosas por el lado de las sensaciones y no de las responsabilidades.


[...]



(Fragmento. No, no es cansancio y otros poemas sin fecha. Alvaro de Campos