Cesar Eduardo Brizuela


A veces alguien llega


despertaba siempre en el mismo lugar

No en la misma posición

pero en el mismo lugar donde me acostaba

Cuando abría una cerveza

era cerveza lo que tenía su contenido

en la mañana medía casi lo mismo que en la noche

misma cara el mismo pelo

no había Nada sorprendente


La gente puede morir

Y es normal que nos muramos

pueden haber guerras

terremotos

aviones chocando contra edificios

clonaciones

Y nada

todo normal

Nada extraordinario


Pero a veces alguien llega

y es ahí cuando se comienza a dudar


Cesar B./ Valparaiso

Sophia De Mello Breyner Andresen


Camoens y la renta

Irás a palacio. A pedir que la renta
Te sea cancelada el día convenido
Este país te mata lentamente
País que llamaste y no responde
País que nombras y no nace

En tu perdición se concertaron
Calumnias desamor envidia ardiente
Y nunca faltaron enemigos
A quien se atreve a ser enteramente

Y aquellos a los que invocaste no te vieron
Porque estaban encorvados y doblados
Por la paciencia cuya mano de ceniza
Apagó los ojos en sus rostros

Irás a palacio irás pacientemente
Pues no te piden cantos sino paciencia

Este país te mata lentamente

Nikiforos Vretakos.

El pañuelo celeste


No es montaña. No son rayos de

Luna. Aquellos que asomó

Allá abajo, en el fondo – pero ¡mira!

Es la paz. Saluda al mundo

Ese pañuelo que tiene en su mano yo se lo regale




Hans Arp


La edad vive de cabello en cabello

A través del aire que ha quedado huérfano

Vive como un huevo

Que empolla frutas

Sobre una cuerda tendida entre dos alas

El aire tiene la edad de las alas

Las frutas nacen de las alas

La hojas de las alas sangran

Sobre las colas del aire


[..]

Andy Warhol

Victor Sosa

((des)encuentro)

mira(s) y (no) ve(s).
la luz dora(da)
(d)el
trigal(;).

el(la) sol(a-te):
llama(-,pa)rada
nerviosa
entre los surcos(.).

Sunyata

Alfredo Urbano

Las primeras controversias de la mente

¿Soy o no soy? mientras refuto
ete ilogimo extraviado de la mente:
todo es un acto inutancial de la materia
todo e un juego aboluto de la suerte

¿Y ete etado mental es lo que fuerza
a seguir elaborando nuevas forma?
¿O e vigilia angustioa que e cuelga
de las múltiples conciencas milagrosas?

¿Quién lo sabe? Soy estado mental que se deforma.
¿Soy extraña controveria ante la muerte?
¿oy materia que se pierde en la memoria?

¿Soy acaso algun eco casi humano
que me dicta los principios inconscientes
del poder que llevaron los humanos?
¿Quién lo sabe?

Cócomo reconstruirte de nuevo a la mañana
si los muchos pedacitos de tu sombra
se los llevó mi adrede
-sitio habitual para esconderte la memoria.
hoy abro la novela de tu risa
en biblioteca polvorienta de otra historia.

¿Dónde ocurrirá la sonrisa del maestro?
¿De dónde su semilla?
El arraigo de raíces y de sueño
Aterradora forma de iniciar con la palabra
la época del frío.
Cosmos que abre soledad civilizada
y todo porque siente nostalgia de infinito
Idea placentera y de señal
¿Vendrá de astro, la infinita
bondad de hombre con alas?

¿Quién hizo del amor el garabato eterno?
¿Quién?
¿Y quién hizo de la duda primitiva un logro?
¿Quíen?
¿Por qué se formaron caminos, rostros y valores?
¿No escuchas?
El mundo gira enfermo, hoy falta la sonrisa de los locos.

Y relajé la mirada en la cualquier palabra
entonces descendí al oscurantismo de la vida...

Del cuarto rincon de los fantasmas
interesante majestad la de mi sueño.

Constantino Cavafis


Desde las nueve

Doce y media. El tiempo pasó rápido.
Desde las nueve cuando encendí la lámpara
me senté aquí, sin leer,
sin hablar.
¿Con quién podría hablar solo en esta casa?

Desde las nueve cuando encendí la lámpara,
la imagen de mi joven cuerpo me persigue
recordándome cuartos cerrados y perfumados
de placeres extintos, atrevidos goces.
También trajo mi memoria calles ahora irreconocibles.
llenas de movimiento y ahora cerradas,
teatros y cafés que ya no existen.
La imagen de mi joven cuerpo apareció
y me trajo tambinén recuerdos tristes,
congojas familiares, separaciones,
afectos de mi gente, distanciamientos,
recuerdos de los muertos poco amados

Doce y media, ¡cómo vuela el tiempo!
Doce y media, ¡cómo pasan los años!


Haiku/ Matsuo Bashoo

Este camino
ya nadie lo recorre
salvo el crepúsculo

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Nada indica
en el canto de la cigarra
que pronto estará muerta


Matsuo Bashoo

Victor Sosa

I

La vida de los fenomenos
metafísica budista que asalta la razón

esas tortillas amasadas por manos anónimas me dan una
certeza (¿ de qué? pero ahí está), como ciertos olores
o cantos. como imágenes claves que nos sorprenden
-dije nos sorprenden- actuando cual demonios o santos.
esas tortillas me dan una certeza: certeza de incerteza.

¡sorpresa! descubro un objeto. está a mi lado, tan cerca
que lo podría tocarcon la mano o con el pie. lo toco con
el pie. es un aparato eléctrico con un simpático cable verde
que termina en un tomacorriente de cuatro entradas. a pesar
de su fealdad verlo es alentador. se particulariza, aquí, sobre
la arena. lo miro y no puedo vincularlo con nada. tiene una
rueda en la parte superior: su empeño era girar. ¿girar para
qué? quien lo formuló y quienes lo formularon lo sabían. pero
ya no sirve a esos fines. puedo contemplarlo como a un
objeto de arte o, con más tiempo y esfuerzo, como a una
extraña raiz. puede, si sobrevive a los siglos, fundar religiones.
entonces le insuflaran un alma los sacerdotes y los poetas lo
colmaran de atributos.


[...]



(Fragmento I de Textura en Sunyata)