José Sobral de Almada Negreiros




Momento de poesía*

Si me pongo a trabajar
y escribo o dibujo,
me siento lego tan trasado
en lo que debo a la eternidad,
que comienzo a empujar el tiempo hacia
adelante
y lo empujo, lo empujo a la brava
como empuja un retrasado,
¡hasta que cansado me doy por satisfecho!
¡y el efecto de la fatiga
es muy semejante a la alusión de la satisfacción!
En cambio si voy a pasear por ahí
soy tan inteligente viendo todo lo que no está
conmigo,
comprendo tan bien lo que no me concierne,
me siento tan lleno de lo que está fuera de mí,
doy consejos tan biblicos a los afligidos
de una aflicción que no es mía,
me doy tan perfectamente cuenta de lo que
pasa afuera de mis murallas
así como soy ciego al leerme en el espejo,
que sinceramente no sé qué
sea mejor,
si estar solo en casa dando vueltas a la manivela
del mundo,
o si ir por ahí siendo el rey invisiblede todo lo
que no es mío.

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