Yves Bonnefoy



IV


Así permanecimos despiertos en lo más alto de la noche del ser. Un arbusto se quebró.

Ruptura secreta, ¿ con qué pájaro de sangre circulabas por nuestras tinieblas?

¿A qué habitación venías, en la que se agravaba el horror del alba en los cristales?


(Del movimiento y la inmovilidad de Douve)

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