Lionel Ray

EL PUENTE

Hay una hora en que todo se hace abismo. Una
hora sola entre sueño e insomnio entre

ruido y silencio entre gemir y gritar, una
donde arde el tiempo despacio al fondo de las lágrimas

y que se pierde como el agua de las tormentas o esos jirones
de tela entre las zarzas aqui y allá, una hora sola

entre los dedos desesperados de la edad, entre un
sol de seda y los prados profundos de julio,

una hora entre bruma y fatiga, entre la carne
hambrienta y la inocente aventura de ser.

Una hora en la que uno se mira en el reflejo del Tiempo
desaprecido como en el gesto de borrar en la comisura

de los ojos las arrugas, una hora como un lugar de sombra
ente las palabras y la memoria: transcurro permanezco

(Una especie de cielo)

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