Puntos suspensivos


En un mundo al revés

no tendría que perderme en libros que destrocen intención alguna de imaginaciones volátiles

y me hagan llorar por creer en la metafísica…


En un mundo de cabeza,

volteado siempre de espaldas,

el mundo sabe solo porque recuerda lo olvidado,

no me forzaría a tomar la cuerda tensa y cortarla por la mitad.


Ser poeta no es una ambición, es mi manera de estar solo.

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